Criticando...

Una semana más vengo a desempeñar mi rol, esta semana me toca el rol de crítica, y he decidido hablar sobre la gestación subrogada ya que este tema siempre trae mucho debate. Hay muchas personas que dicen: “¿Hay algo más feminista que una mujer ayudando a ser madre a otra mujer? Desde mi opinión, se trata de la utilización del cuerpo de las mujeres, de una compraventa que es particularmente grave porque se usa el de las más pobres.

            Gestación subrogada frente a alquiler de úteros.

Mercantilización del cuerpo de la mujer frente a altruismo.

Deseos de paternidad frente a derechos humanos.

           Pues bien, para empezar, voy a definir qué es la gestación subrogada, “la gestación subrogada, es cuando una mujer está embarazada y posteriormente va a dar a luz a un bebé que pertenece tanto genéticamente como de forma legal a otros padres”.

           La gestación subrogada actualmente está prohibida en España, pero al no contemplarlo como un delito penal (como pasa por ejemplo con el tráfico de órganos, que está prohibido y penado) puedes inscribir a una criatura gestada en otro país, donde la práctica si es legal. Hecha la ley, hecha la trampa. Esta práctica se ha convertido muy popular en familias que no pueden tener hijos/as, que acuden fuera de España a países donde si está permitida para satisfacer sus deseos de paternidad.

La gestación subroga es legal en Canadá, Inglaterra y algunos estados de Australia es legal de forma “altruista”, en algunos estados de Estados Unido, en otros como Nueva York, está prohibido incluso considerado como delito penal con multas de hasta 10000 dólares y en Rusia, Ucrania, Georgia, Grecia y Portugal con contraprestación económica.

El proceso cuesta en Estados Unidos alrededor de 150.000 dólares y en Ucrania entre 50.000 y 70.000 euros. Las madres gestantes solo perciben el 0,9%, el resto del dinero que paga el cliente por el bebé se lo queda la empresa, la cual paga los contratos, la estancia de la pareja y la implantación del embrión. En los países en los que la forma comercial está prohibida y solo se puede hacer de forma “altruista” la madre gestante puede percibir hasta 15.000 euros aproximadamente por las molestias y los gastos que pueda ocasionar el proceso.

¿Creéis que si verdaderamente fuese altruista una pareja con poder adquisitivo bajo puede contratar a una madre gestante rica?

La mayoría de las madres gestantes viven por debajo del límite de pobreza, menos del 4% han recibido educación universitaria y más del 40% están desempleadas.

Además, no tienen ningún tipo de derecho sobre las decisiones que se tomen durante el embarazo, por ejemplo, en Ucrania, hay contratos que dan dos o tres oportunidades de embarazo, sin importar el estado de salud de la gestante. En los embarazos “normales”, prioriza la salud de la madre, mientras que en la gestación subrogada se prioriza la salud del bebé (el producto). En países como Grecia los partos se realizan por cesáreas porque el bebé corre menos riesgos y reduce las posibilidades de que la gestante cree vínculos afectivos con el bebé. Los embarazos por medio de reproducción asistida son de riesgo, gestar a un embrión que no es genéticamente tuyo puede acarrear complicaciones graves. Ninguna mujer debería de asumir los riesgos de un embarazo para tener luego que dar a ese bebé. 

La evolución creciente del alquiler de vientres choca con la de las adopciones internacionales en España. “Según datos del Ministerio de Sanidad, en los últimos años han caído a más de la mitad (de 1.191 en 2013 a 531 en 2017)”

Quien crea que la gestación subrogada es mayoritariamente entre homosexuales, los estudios revelan una realidad muy distinta.

El 80% de las personas que contratan este servicio son parejas heterosexuales.

El 10% son hombres solteros.

El 10% son parejas de hombres homosexuales.

Por último, decir que ser padres es un deseo, no un derecho. Un derecho fundamental es tener acceso a una vivienda, luz, agua, comida o sanidad. Tener un hijo no es un derecho.

“Decir que las mujeres tienen derecho a venderse, es ocultar que los hombres tienen derecho a comprarlas”.

Francoise Héritier

              Espero vuestros comentarios.

             ¡Hasta pronto!